El embarazo no es un período continuo color
de rosa, es mas bien una fase que se caracteriza por muchos colores, pues tiene
altibajos.
Los sentimientos brotan con fuerza, esta
sensibilidad permita replantear los conflictos latentes, los sentimientos que
se asumen y se expresan preparan al bebé al gran abanico de emociones humanas.
El niño no nacido, tiene una identidad en
la etapa embrionaria, que luego es seguida por la etapa fetal, donde siente, piensa,
aprende y hace.
La inteligencia es un proceso innato del
humano que puede estimularse y desarrollarse en el embarazo.
La mente materna ejerce un enorme poder en
su hijo, su personalidad y sobre todo su equilibrio emocional pasa a el bebé:
de un cerebro maduro a otro en formación, sin ninguna interferencia.
“Las emociones son reacciones químicas que
tienen una connotación energética”.
La placenta, es como una raíz que se
inserta y con sus vellosidades absorbe el contenido emocional materno, para
luego ser sentido por el niño.
Una madre hace mucho mas que dar vida a su
hijo; posee la mas poderosa influencia informativa y moldea el futuro de ese
ser en lo bueno o malo para una vida dichosa o para una triste autodestrucción.
Así, las pruebas permitieron comprobar que la falta de
atención materna tiene, a largo plazo, efectos concretos sobre el desarrollo de
la estructura límbica del cerebro, el de la neocorteza y el de algunas partes
del cerebelo.
La maternidad empieza desde el mismo momento de la concepción. La mejor forma de demostrar a tu hijo lo mucho que lo quieres incluso antes de que nazca, es proporcionándole un entorno saludable desde el punto de vista físico y emocional. Esto significa que durante el embarazo debes llevar una dieta completa y equilibrada, descansar mucho y reducir al máximo el estrés y los ruidos fuertes durante el embarazo.
Es posible
que por muchas precauciones que se tomen durante el embarazo, te veas expuesta
a situaciones estresantes o a acontecimientos inesperados. Si durante el
embarazo te sientes ansiosa o deprimida, lo mejor es pedir ayuda. Los masajes,
la meditación, la relajación pueden venir muy bien, así como airear las
emociones a través de la palabra o el llanto en vez de reprimirlas. Busca a una
persona que sepa escuchar.
También existen pruebas sobre el aprendizaje
prenatal. Sabemos que los bebés son receptivos a la estimulación intrauterina.
Son capaces de reconocer la voz materna, así como una canción determinada que
la madre le ha cantado durante el embarazo. Hay investigaciones que nos
permiten saber que, cuando lo padres ofrecen estimulación prenatal a sus hijos,
los bebés nacen con un mayor perímetro craneal.
Lo que una madre podrá ser capaz de crear con sus
pensamientos, sus emociones, su imaginación, no es un individuo con una
personalidad extrovertida, optimista, agresivo, estas son calificaciones
particulares que corresponden al adulto que no pueden definirse en un bebé que
no ha nacido aún. Lo que será capaz de estimular serán tendencias más
profundas, tales como sentido de seguridad y autoestima. Cómo no se va a sentir
seguro una persona que desde sus primeros pasos en la vida se le ha dicho y
hecho sentir que es querido y amado. Una personalidad positiva podrá surgir a
partir de este mensaje (optimista, confiable, amistoso). Estos son preciosos
aportes que podremos dar a un niño y pueden ser dados muy fácilmente creando un
cálido, emocionado y enriquecido ambiente intrauterino.
Se han descrito 3 canales de comunicación madre-hijo en la vida intrauterina.
1) Biológico: relacionado con todo el pasaje de diferentes nutrientes durante la gestación, es el que le da su vida biológica y estimula su crecimiento y desarrollo. Es un canal de comunicación común a todas las madres. Parecería no gobernable pero no es así, algunas actitudes de la madre pueden influir en él (droga- cigarrillo - alcohol).
2) Conductas - Comportamientos: línea de comunicación a través de el contacto, caricias de la madre a su panza, pataditas del bebé en respuesta, o bien de la audición, madres que hablan a su panza, a su bebé, bebés que aumentan su movimiento o bien se calman cuando su madre comienza a hablar.
3) Emociones: ruta de comunicación que aunque difícil de comprobar no deja de ser muy importante, corresponde al área de la transmisión de emociones
Todo el flujo
bioquímico y hormonal desencadenado a partir de la madre bañará el hipotalamo
(sector de nuestro sistema nervioso, responsable de ser el regulador emocional
del organismo), la corteza cerebral y el sistema endocrino del bebé, que
reaccionará y comenzaran a predisponer su conducta y sus respuestas.
El amor es un
buen ejemplo. - ¿Cómo se da cuenta un bebé de 6 meses intrauterinos de que es
amado? Cuando su madre acaricia dulcemente su panza, come y bebe con
sensibilidad, transmite afecto al hablarle y "siente" que lo quiere
cada vez que lo imagina o piensa en él.
Hormonas y
transmisores neurohormonales serán liberados en su circulación y serán luego
transmitidos a la circulación del bebé a través de su línea privada de
comunicación La PLACENTA, allí se comunicarán mucho más que simplemente sus
circulaciones, se comunicarán sus emociones. Podemos y debemos también creer en
el impacto de aquellos hechos que no pueden ser medidos, pesados o ser vistos a
través de un microscopio.
El
impacto de nuestras emociones
Se hace especial énfasis en insistir que los bebes
nacidos de embarazos no deseados o bajo circunstancias de stress tienen mayores
posibilidades de desarrollar trastornos psicológicos o físicos, pero no se hace
el mismo énfasis en demostrar que las madres acompañadas, apoyadas, queridas
tienen grandes posibilidades de tener un bebé sano y feliz.
A partir del 6º mes, la madurez del sistema
nervioso del bebé que no ha nacido aún, le permite transformar los mensajes
maternos en emociones. Para transformar un sentimiento o una sensación en una
emoción, se requiere todo un proceso que involucra y requiere la posibilidad de
realizar complejos cálculos a nivel de la corteza cerebral, una capacidad que
de acuerdo a las investigaciones en vida prenatal, el bebé intraútero comienza
a adquirir a partir de ese momento.
Así como su capacidad para diferenciar y
distinguir, progresa su propio desarrollo emocional y se hace más sofisticado.
El bebé es como una computadora que está
continuamente reprogramándose. En un principio podrá sólo hacer simples
ecuaciones emocionales. A medida que su memoria y experiencia se expande,
adquiere capacidad para hacer cada vez más discriminativas y sutiles conexiones.
No entenderá las palabras pero el significado de las mismas las dará el TONO
EMOCIONAL que las acompaña, que es el que en definitiva le da el significado a
sus sensaciones auditivas (voz materna, música) o táctiles, una caricia.
Al nacimiento el niño será lo
suficientemente maduro como para ser capaz de responder a los sentimientos
maternales con respuestas físicas y emocionales. Un claro ejemplo lo da ese
bebé recién nacido en sala de parto que llora incesantemente en manos del
neonatólogo que lo está examinando y que casi mágicamente deja de llorar de
inmediato al ser colocado piel a piel junto a su madre.
El bebé se transforma en sólo 9 meses de ser sólo
una indiferenciada y pequeña célula, muy en el interior de su madre, en una
criatura altamente definida y sofisticada con un muy complejo cuerpo y
extraordinario sistema nervioso, emocionalmente se transformó desde un ser
insensible en alguien capaz de registrar y procesar muy intrincados y complejos
sentimientos y emociones.
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