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viernes, 3 de mayo de 2013

La crianza con apego promueve el amamantamiento prolongado, el colecho (dormir con los hijos para que sientan a sus padres más cerca) y un mayor contacto físico en brazos.



 
Por Paz Berri el Clarin.com

“Ponlo en el coche que lo vas a malcriar”. “Quiere brazos porque se acostumbró”. “Déjalo llorar que se va a cansar y dormirá”. Estas y otras frases similares escuchan a diario miles de mujeres que transitan la tarea de ser madres. Si embargo, hace un tiempo que se rescató una vieja tendencia que tiene en cuenta otras voces (y otro tipo de crianza): la crianza con apego. 

Este término, que comenzó a utilizar el pediatra americano Williams Sears (tomando la teoría del apego del psiquiatra John Bowlby 1907-1990), se basa en la idea de que un fuerte vínculo emocional de los padres con el bebé, los hará más seguros y confiados. Lo que se promueve, entre otras cosas, es el amamantamiento prolongado, dormir con los hijos para que sientan a sus padres más cerca (colecho), y un mayor contacto físico en brazos. 

Un tema en plena discusión 

Hoy, el tema está de moda y hay posturas a favor y en contra. Pero, también, un poco de falta de información. Hay mujeres que creen que deben dejar de trabajar, dedicarse full time a los hijos, cerrar la cuna, no usar cochecito y responder a las demandas de los niños sin límites. Pero no hay que ir a los extremos. Se trata, en última instancia, de criar con amor y a conciencia, lo cual no significa malcriar. 

El doctor Sergio Snieg, del Comité Nacional de Pediatría Ambulatoria de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), dice que “malcriar” es enseñarle al bebé a no buscar a sus padres porque éstos no van a hacer caso a su llanto, o dejarlo que se acostumbre a estar solo cuando esto no es lo natural: ‘biencriar’ en cambio, tiene que ver con darle brazos y contacto físico, enseñarle que puede contar con ellos, y que lo protegen frente a la angustia”, detalla Snieg. 

Si el bebé estuvo nueve meses en contacto directo con el cuerpo de su mamá, ¿por qué pensamos que al nacer necesitará algo diferente?: “Es increíble cómo la cultura y sus conceptos de lo que significa malcriar alejan a los padres de lo instintivo en relación con la crianza de sus hijos”, dice Paula Liwski, psicopedagoga especializada en crianza. Y agrega: “Darles amor, contacto y protección nunca puede ser perjudicial”. 

Rescate emocional 

Según explica la psicóloga Adriana Penerini, especialista en maternidad y crianza, el apego es la cercanía, y la necesidad que tienen el niño de la madre y la madre del niño. Pero la forma en que cada uno desarrolle este apego tiene que ver con el estilo del vínculo, de la cultura y de la época: “No es necesario dormir en la misma cama para que el hijo se sienta acompañado y cuidado con amor. Tampoco hace falta darle durante años la teta. Lo que debemos hacer es respetar sus necesidades y las de la madre, que también existen. Y que si está en pareja, en algún momento debe ser ‘rescatada’ por su hombre para recobrar su singularidad”, explica Penerini. 

Por otra parte, la licenciada María Soledad Martín, directora de la Tecnicatura Universitaria en Puericultura y Crianza Fundalam-UNSAM (Universidad Nacional de San Martín), comenta que si bien compartir la cama puede brindar contención y contacto (teniendo en cuenta las pautas de sueño seguro), también hay que estar atentos a cuándo el colecho se realiza como un modo de aferramiento al niño por parte de los adultos. Aquí ya estaríamos en un “terreno disfuncional”, que nada tiene que ver con el favorecer su desarrollo saludable. 

Alejandra Martínez, doula (asesora a mamás antes y despué delnacimiento) y responsable de Maminia (empresa que comercializa productos que favorecen el vínculo mama-bebé), despeja el camino diciendo que es importante entender que no se trata de decidir si “dejamos al niño llorando y le enseñamos a dormir” (como propone el libro “Duérmete Niño” de Eduard Estivill) o “dormimos con nuestros hijos, les damos la teta todo lo que pida, y andamos con ellos cargados todo el tiempo”. Lo que se busca es tener una mirada particular de cada chico, y ver qué es lo que le funciona mejor a cada familia

Sin culpas 

Hay algo claro: desde hace unos años, existe una corriente que tiene muy en cuenta la importancia del contacto padres e hijos, sobre todo en los primeros años de vida. Y esto es así porque hoy se sabe que los primeros vínculos serán el modelo que va a repetir el bebé en las relaciones posteriores. 

El reconocido pediatra español Carlos González, experto en lactancia materna y autor del libro “Bésame mucho”, habló con Buena Vida, y destacó la importancia de no tener miedo de tomar al niño en brazos, besarlo y consolarlo cuando llora, si uno como padre así lo desea: “En cuanto a dar o no el pecho en forma prolongada, esto es muy particular de cada caso. Muchas mamás no pueden hacerlo, y también es posible dar la mamadera con mucho cariño. Así como también se puede dar el pecho con muy poco amor”, detalla González. 


Un equilibrio

Sin dudas, lo que muchas mujeres están pidiendo casi a gritos es la posibilidad de poder ocuparse de sus hijos en “calidad y cantidad” (porque sin cantidad, la calidad no tiene escenario), sosteniendo de alguna manera su mundo laboral: “Hay una necesidad de conciliar los roles. El tema es que la sociedad debe acompañar. Debería haber más flexibilidad laboral, y mayores  permisos laborales

post-parto”, subraya Martínez. 

Mientras tanto, muchas madres intentan trabajar desde sus casas, o media jornada. Por supuesto, son decisiones que implican resignar otras cosas. Pero aquí es donde hay que establecer prioridades. 

Para quienes están todo el día afuera, Liwski recomienda llegar a casa dejando de lado celulares y temas pendientes por un rato: “Los chicos necesitan que nos conectemos con ellos. Y si sienten nuestra presencia con ojos, corazón y mente disponibles, después podrán dejarnos ir y que sigamos con nuestras obligaciones”, detalla. Y lo más importante. Tener presente siempre que se trata de construir una manera propia de ser mamá. Un modelo auténtico que combine el amor y la presencia con la vida individual de cada una.

lunes, 29 de abril de 2013

CURSOS DE PSICOPROFILAXIS PERINATAL PREPARACIÓN PARA EL PARTO


Creciendo Juntos te ofrece una preparación emocional, intelectual y física relacionada con el embarazo, parto, posparto, lactancia materna y crianza con apego, con el fin de que decidas de forma responsable y con conocimiento pleno, cómo quieres vivir los momentos más importantes de tu vida y la de tu bebé.
Incluimos en nuestro curso temas como: Trabajo de parto, cambios físicos, sexualidad, nutrición, cambios emocionales, medidas de confort, técnicas psicoprofilácticas, cuidados del recién nacido,  lactancia materna, posparto, el rol del padre, opciones de parto, los miedos y muchísimos temas mas; que estamos seguros son de tu interés.
También ofrecemos clases de yoga y gimnasia prenatal, relajación y meditación, programación al parto y esferodinamia.
Si estás embarazada, programando un embarazo o simplemente conoces a alguien que esté en la dulce espera, comparte con ella este enlace. 

martes, 19 de febrero de 2013

El Apego Seguro y el Desarrollo Emocional en los Niños


Los padres nos preguntamos, lógicamente, que conducta debemos tener para ayudar a que nuestros hijos crezcan felices, sanos emocionalmente y responsables. Una de las claves para esto está en el apego y también en los consejos que recibimos de los profesionales de la psicología infantil.
Para aclarar los tipos de apego y las conductas paternales que los crean vamos a revisar la entrevista a la psicóloga infantil Teresa García, directora del gabinete Sin Castigos.
¿La formación de un psicólogo le prepara para entender bien el desarrollo emocional de los niños?
¿En qué universidad? No conozco los planes de estudios de todas las universidades españolas. En la UNED, dónde estudié yo, había asignaturas contradictorias.
En “evolutiva” te cuentan las etapas de la vida de una persona, y qué se puede esperar en cada etapa, por supuesto las primeras etapas están incluidas. Pero después se explican métodos que no respetan lo esperable de un niño o niña en las primeras etapas de su formación. Sin embargo, se habla de la formación física, no de la formación emocional.
En mi carrera al menos no encontré asignaturas que hablaran de necesidades emocionales. De apego.
Las estadísticas muestran que el tipo de apego que se desarrolla en los primeros meses y años de vida, se manifiesta en el tipo de vida que va a tener la persona. El tipo de relaciones sociales que va a desarrollar. Tanto es así que correlaciona con el trabajo, el matrimonio o las amistades que elige la persona.
¿Qué implica el apego seguro?
Más que lo que implica, prefiero decir qué lo distingue de otros tipos de apego. Cuando un niño o niña tiene apego seguro, investiga a cierta distancia de su mamá, o persona de referencia, lo que hay a su alrededor. Si queda con un desconocido (experimentos de Mary Ainworth) expresa estrés, pero en cuanto aparece su persona de referencia, recibe consuelo de ella y consigue calmarse.
¿Es entonces natural que un bebé llore si lo atiende alguien que no es su cuidador principal?
Ten en cuenta que somos biológicamente dependientes de otros en los primeros años de vida. Nuestra actual civilización es relativamente joven. Y estar lejos de su cuidador principal implica literalmente la muerte.
No en nuestra cultura, pero biológicamente no lo “sabemos”. El bebé que más patalea y más ruido hace, tiene más probabilidad de ser atendido, en la naturaleza al menos. Y la raza humana, no está al margen de la naturaleza. Lo que no es natural es que un bebé no llore cuando le atiende un desconocido o desconocida.
¿Qué sucede cuando a un bebé lo atienden en unas ocasiones y en otras no?
Desarrollamos nuestra conciencia en base a aquello que se va repitiendo en nuestra vida. Así cuando no hay un esquema claro, ya que el cuidador está a veces y otras no, es difícil para un bebé hacer predecible su vida.
En estas etapas cuando la vida no es predecible, biológicamente es peligrosa, así que el bebé tiende a desarrollar una conducta de miedo y protección. Como no tiene constancia de qué es lo que viene a continuación, estará continuamente en busca de un esquema seguro. Eso puede manifestarse como una búsqueda constante de atención. Este tipo de conducta desarrolla un tipo de apego, etiquetado como desorganizado.
¿Y cuando el cuidador principal trata al bebé con violencias (no lo atiende, le grita, le pega o le castiga)?
En este caso particular existe un esquema relativamente claro para el bebé. Necesita escapar de la violencia. También desarrolla estrés continuo. Digamos que en el caso anterior el bebé no sabe qué es lo que viene a continuación. En este caso si qué lo sabe, pero genera ansiedad y miedo al dolor, aunque en este caso es un dolor predecible. En estos casos se suele desarrollar el apego evitativo.
¿Las diferentes formas de apego del niño se relacionan con las relaciones que desarrolla esa persona en la vida adulta?
La correlación en este sentido es bastante clara. Apego seguro, tiene relación positiva con “éxito” profesional y social, mientras que tiene negativa con enfermedades mentales.
Mientras que los otros dos tipos que he nombrado correlacionan positivamente con enfermedades mentales y psicosomáticas, y negativa con dicho éxito.
La probabilidad apunta a que el apego seguro es el que conviene en nuestra sociedad, tanto para éxito social como para ahorrar recursos en servicios sociales y clínicos
.
La capacidad de reflexión en nuestra sociedad no está potenciada.

Pero, sabiendo esto, ¿Qué hace que muchos psicólogos aconsejen técnicas o cuidados que implican falta de atención a un bebé que la demanda?
Los psicólogos somos personas. Hemos crecido en una cultura determinada. Y nuestras universidades, le “dan la razón” a la cultura, aunque también dan los datos. Digamos que es necesario que te des cuenta de que los datos apuntan hacia un lugar y las asignaturas a otro. Comparar las asignaturas para comprobar si tienen coherencia o no.
Pero muchas veces cuando las personas están estudiando en la universidad, necesitan tener un aprobado. Porque así está estructurado. Y el aprobado muchas veces no lo tienes por comparar y pensar, sino por ser bueno en memorizar.
Ya desde la escuela se premia más la memoria que la curiosidad. Después empiezas a trabajar, pero te insertas normalmente en un gabinete, o clínica, que ya tienen su “sistema de trabajo”.
Le agradecemos a la psicóloga Teresa García y a Bebés y más. 

viernes, 30 de noviembre de 2012

Niños "Manipuladores"


Hoy quiero compartir con ustedes otro trozo de la charla del pediatra Carlos González;  donde habla acerca de cómo y por qué los niños nos manipulan, no me malinterpreten, no es la manipulación de la cual solemos oír hablar, aquella que tiene una connotación tan negativa e irrespetuosa hacia los niños...

Comienza mostrándonos una diapositivas en las que una madre inglesa juega con su bebé, y narrándolas:
"Esta es una niña que es inglesa y su mamá le dice: "Pretty baby! Pretty baby!", y la niña, aunque la madre no se dé cuenta, está bailando al ritmo de lo que la madre canta. ¿Qué efecto tiene esto sobre la madre? Que se le cae la baba. No se da cuenta conscientemente de que está haciendo esto pero tiene un efecto. De hecho se ha demostrado que los niños ciegos sufren más malos tratos que los niños que ven. (La mayoría de las madres de niños ciegos no los maltratan, lo que quiero decir es que en vez de 1 entre 1000, son 5 entre 1000, sigue habiendo 995 que no los maltratan pero 1 es 5 veces más de uno. Me invento las cifras porque no sé cuáles son exactamente, pero es para ilustrar el ejemplo.)

Es un hecho, y se ha demostrado en estudios, que los niños ciegos sufren más malos tratos y se cree que es porque no reaccionan igual a la madre. Porque esa madre no siente del mismo modo que su hijo está por ella, que la mira, que la sigue, que responde a lo que ella hace, que sonríe cuando ella le sonríe. De alguna manera te cuesta más creer que tu hijo te quiere. Claro, la mayoría de las madres tienen una educación, tienen una cultura, tienen unas convicciones éticas, saben que es su hijo, saben que tienen que cuidarle muy bien y le cuidan muy bien, pero en algunas circunstancias un poco límites pues ese hecho de que el niño sea simpático y te caiga bien, o de que esta niña no te sonría ni te haga nada puede ser la diferencia entre que lo trates bien o no. "
Continúa mostrando otra imagen, en la que un abuelo juega con su nieta recién nacida, y explica:
"... Más difícil todavía, una niña que tiene menos de 10 días está riendo porque está jugando con su abuelo. Por supuesto no sabe que es su abuelo, esta niña haría lo mismo con cualquier persona que se le acercase.  El abuelo, que también tiene el instinto "abuelar", se pone a la distancia adecuada. Los recién nacidos ven bien, pero ven bien a un palmo de distancia.  Lo que está más lejos lo ven borroso. Porque lo que está más lejos, no necesitan verlo, lo que necesitan es ver a su madre cuando están en brazos. El  abuelo se pone a la distancia adecuada, mira a la niña a los ojos, la niña lo mira a él, y el abuelo inicia un juego  con el dedo como diciendo: "venga, agarra el dedito". (Como hay una raya en la colcha, podemos ver exactamente quién se mueve y quién no se mueve.)

El abuelo pone el dedo, la niña obedeciendo al abuelo, mueve el brazo, el abuelo como está jugando, retira el dedo, la niña sigue moviendo el brazo. El abuelo se deja ganar, faltaría más, y la niña le coge el dedo. Y ahora observen qué hace la niña espontáneamente, agita el brazo como diciendo: "venga abuelo, otra vez". A partir de ese momento, la niña da las instrucciones y el abuelo obedece, y aún no tiene 10 días. Fijaos dónde tiene el dedo el abuelo. El abuelo obedeciendo a la niña mueve el dedo otra vez más allá de la raya, ella vuelve a levantar el brazo, el abuelo lo vuelve a retirar un poco, la niña lo vuelve a agarrar. Y así seguirán hasta que se canse uno de los dos. "
Seguidamente, el Dr. Carlos González nos explica su concepto de manipulación, como siempre, desde una óptica respetuosa hacia los niños y su naturaleza:
"Luego nos dicen que los niños lloran para manipularnos. Cualquier niño que se precie puede manipularnos sin necesidad de llorar. Ni siquiera necesitan reír. Los niños de menos de 10 días no saben siquiera sonreír, sin embargo saben dar órdenes, como esta niña a su abuelo, y a los padres y a quien se le ponga por delante.

Y es que  la palabra manipular ha caído un poco en descrédito,  cuando nos dicen que los niños nos manipulan, que son manipuladores y parece que estuvieran hablando del científico loco que quiere dominar el mundo. Pero manipular no significa eso, manipular significa hacer cosas con las manos.  Tú cuando vas a un restaurante esperas  que el cocinero  tenga el carnet de manipulador de alimentos, tú no dirías: "no, no, a este restaurante no voy porque son unos manipuladores.". Tú quieres que sean manipuladores profesionales de alimentos.

Todos sabemos que hay que manipular cosas para sobrevivir, tenemos que llevarnos la comida a la boca, tenemos que limpiarnos, tenemos que protegernos, tenemos que vestirnos, pero los bebés no pueden hacer todo eso. El bebé humano es completamente indefenso. No puede llevarse la comida a la boca, no puede vestirse, no puede limpiarse, no puede moverse de un sitio a otro, no puede siquiera espantarse una mosca. Y sin embargo, sin todas esas cosas se moriría en pocos días, por lo tanto necesita  que alguien manipule todo eso en su lugar. Y ese alguien normalmente es la madre. Lo políticamente correcto sería  decir "los padres", pero vamos a reconocer el mérito a quien realmente lo tiene, que por lo general es la madre."
Y finaliza recalcando por qué los niños manipulan a los adultos que tienen a su alrededor:
"El bebé manipula a los adultos para que los adultos manipulen el mundo y de esa manera puedan sobrevivir, no manipulan al adulto porque se aprovechan de ti, porque es un malvado, porque es un perverso, porque te quiere tomar el pelo. Manipula porque si no pudiera manipular se moriría sencillamente. "
¿Y ustedes qué opinan? ¿Ese era el concepto de "manipulación" que tenían antes de leer este artículo, o ahora la ven con otros ojos?


Leer más sobre esto te sugerimos ir a: http://www.amormaternal.com/2011/04/carlos-gonzalez-ninos-manipuladores.html#ixzz2DisSDFwn
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