Mostrando entradas con la etiqueta nacimiento. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta nacimiento. Mostrar todas las entradas

domingo, 2 de noviembre de 2014

La Química del Amor Materno


"Un niño nace diseñado para enamorar a su madre por una cuestión de supervivencia. Llega al mundo indefenso y durante un tiempo dependerá de quien asuma la función de alimentarle, consolarle, estimularle€ Suele ser la madre quien se encarga de esos cuidados durante el aterrizaje del niño en la vida.

Ella no puede dejar de mirarlo, de pensar en él, de querer cuidarlo. Cuando el bebé empieza a sonreír, se activan en el cerebro de la madre regiones relacionadas con la recompensa. Así que ella se engancha a las sonrisas y las monerías de su retoño. Gracias a los avances neurocientíficos se empieza a saber mejor cómo influye el amor de madre en el cerebro del niño.


Ese vínculo entre una madre y su bebé es un complejo entramado de factores hormonales, neuronales, psicológicos y sociales. Muchas investigaciones avalan que el amor maternal no sólo es fundamental para un buen desarrollo cerebral del niño, sino que también es una excelente inversión para la salud mental del futuro adulto.

"Al nacer sólo tenemos desarrollado el 25% del tamaño del cerebro", señala Adolfo Gómez Papí, neonatólogo del hospital Joan XXIII de Tarragona y profesor de la Universitat Rovira i Virgili. "El 75% restante –continúa– se desarrolla durante los dos o tres primeros años de vida. Aunque luego el cerebro puede cambiar, las estructuras básicas están formadas a los tres años. Y cómo se vayan desarrollando dependerá mucho del tipo de alimentación y de la relación que el hijo establezca con su madre".

También influyen los genes y que, poco a poco, el niño se abrirá a otras figuras importantes para su evolución, como su padre. Pero, al principio, casi todo el horizonte del niño será el amor de su mamá –o de su cuidador principal, en el caso de que sea el padre, por ejemplo–.

Como explica Enrique García Bernardo, psiquiatra del hospital Gregorio Marañón de Madrid, "el bebé recibe importante información emocional de su madre; ella le habla, lo acaricia, le canta, lo acuna, le sonríe". Empatiza con él, ríe con él, sufre con él. Lo ama. Y ese amor de madre va tejiendo el vínculo entre ellos, desarrollando el cerebro del niño, programando las conexiones entre las neuronas.

Un intercambio afectivo entre el hemisferio derecho de la madre y el de su hijo, como ha escrito en un artículo Allan Schore, profesor del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de California-Los Ángeles (Estados Unidos) y uno de los principales investigadores del vínculo entre madre e hijo. Porque, como apunta Gómez Papí, "en el niño predomina sobre todo el hemisferio derecho, que tiene que ver con las emociones".

Así que entre madre e hijo se da una intensa comunicación emocional. El idioma del bebé son sus llantos cuando tiene hambre o sueño, sus sonrisas, sus balbuceos€ Y, el de ella, los besos y las palabras de amor que le dedica, los abrazos que lo consuelan, el alimento que le da, estar cerca de él€ Un diálogo muy especial, cuyo código a veces parecen conocer únicamente la madre y el niño, y que moldea el cerebro del pequeño.
El recién nacido tiene unos 100.000 millones de neuronas. Y en los primeros años de vida se van a formar billones de conexiones entre ellas. Más o menos al final del primer año, señala Gómez Papí, se produce una poda neuronal. Ya hay billones de conexiones y, como el cerebro quiere economizar recursos, "poda las conexiones menos empleadas; si el apego con la madre ha sido seguro, se habrán formado muchas conexiones que tienen que ver con la seguridad, y esas conexiones se mantendrán".

El cerebro se habrá preparado para vivir en un entorno seguro, así que el niño empezará a percibir la vida como un lugar seguro: me consuelan cuando estoy mal, quizás no tengo que temer al mundo. Una buena forma de encarar su futuro. "Tendrá más ganas de explorar. Los niños que no han tenido un buen vínculo son más inhibidos", explica Ibone Olza, psiquiatra infantil del hospital Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid) y profesora de la Universidad Autónoma de Madrid.

"Una de las funciones más importantes de la madre –afirma– es regular las emociones de su pequeño. Es básico que le dé el consuelo que necesita. No es tan importante que acierte siempre si el niño tiene hambre o sueño cuando llora. Lo importante es que responda a su llamada para que este tenga más ratos de bienestar y menos de malestar". Así, el niño siente que la persona más importante para él está disponible cuando la necesita. Y empieza a gatear por la vida con confianza.

Una buena base para la salud mental del futuro adulto. Como comenta García Bernardo, "una adecuada relación con la madre en los primeros años es un factor que ayuda mucho a la salud mental del adulto, aunque no lo es todo, porque la vida es muy larga". Visto desde el lado amargo, numerosos estudios señalan que los niños que han vivido un apego inseguro porque han sufrido negligencias o abusos por parte de sus cuidadores principales tienen mayor riesgo de sufrir depresión, ansiedad o trastornos de personalidad durante su adultez.

Y ¿cuántos niños viven un apego seguro? Según algunas investigaciones, aproximadamente el 75% establece un apego seguro, un vínculo cercano afectivamente y estable, con sus madres. "Las madres ejercen de madres desde hace ya años, y, en general, lo hacen bien", recuerda García Bernardo. Unos primeros años de vida complicados no tienen por qué ser una condena de por vida. "El niño puede encontrar más adelante otras figuras de referencia. Y el cerebro es plástico, puede adaptarse. Se ve en los niños adoptados", añade Adolfo Gómez Papí.

Estudio científico de la Universidad de Washington

En el 2012, investigadores de la Universidad de Washington en San Luis (EE.UU.) publicaron un estudio sobre la influencia de un buen vínculo maternal en el hipocampo de los niños. Primero, analizaron el tipo de relación que tenía con sus cuidadores principales –el 96,7% eran las madres biológicas– un grupo de niños de entre cuatro y siete años.

Para ello emplearon una ingeniosa "tarea de espera": dijeron a cada cuidadora que el niño debía aguantar ocho minutos para abrir un regalo que tenía al alcance y que estaba envuelto de forma muy llamativa. Una tortura para la capacidad de resistencia al deseo de un niño. Mientras, la cuidadora tenía que rellenar unos cuestionarios, tarea cuyo único objetivo era que no pudiera estar totalmente concentrada en el niño.

Se buscaba reproducir el estrés que supone criar a los hijos, pues en la vida cotidiana, muchas veces hay que estar pendiente de ellos a la vez que se hacen otras tareas€ Los investigadores observaban cómo se manejaba la madre en ese conflicto de intereses, si era capaz de ayudar correctamente al niño para que no abriera el regalo. En este caso, consideraban que el estilo de crianza que seguía ese cuidador era bueno para el niño.

Luego, mediante resonancia magnética, comprobaron que los niños que habían recibido una ayuda adecuada para no abrir el regalo tenían un hipocampo un 9,2% mayor que los que no habían recibido una buena ayuda. Aunque la mayoría de los cuidadores eran las madres biológicas, los autores del estudio opinaron que los efectos positivos de una buena crianza en el cerebro del niño serían parecidos aunque el cuidador principal fuera otra persona, como la madre adoptiva.

"Hay estudios con animales que confirman también que los que recibieron una buena crianza de sus madres tienen menos déficits cognitivos cuando son ancianos", explica también Roser Nadal.

Los descubrimientos sobre el vínculo madre-hijo son diversos. "Hay células del feto que se instalan en el cerebro de la madre durante el embarazo. Todavía no sabemos por qué", comenta Ibone Olza. Los científicos continúan rastreando las claves neurocientíficas de la relación entre las madres y sus hijos.

Mientras, ellas hacen mil y un malabarismos para combinar la maternidad con los demás aspectos de su vida. Los padres cada día intervienen más en la responsabilidad de criar a los hijos, pero todos los expertos consultados para este reportaje reclaman que la sociedad debería ayudar más a las madres. Por mucho que avance la ciencia, "todavía ser madre es difícil", indica Olza. "Pero el vínculo –añade– entre una madre y su hijo es vital para la especie. La madre tiene que estar rodeada de personas que la cuiden. Como dice un proverbio africano, a un niño lo cría toda una tribu".
Muchas madres se sienten culpables por no llegar a todo, por creer que, tal vez, no están dando a sus hijos el tiempo y el amor que estos necesitan. "Aunque es importante que estén tiempo con sus hijos –considera Enrique García Bernardo–, lo fundamental para un buen apego es la calidad del tiempo. Que, cuando una madre esté con su hijo, esté tranquila, disponible afectivamente y disfrute con él. Estoy seguro de que si las madres pudieran dedicar a sus hijos más cantidad y calidad de tiempo, la sociedad sería un lugar mejor".

Obtenido: http://www.lne.es/vida-y-estilo/salud/2013/05/03/quimica-amor-materno/1406590.html

CREER QUE TU HIJO TE MANIPULA, TE ALEJA DE ÉL Y ACABA CON EL APEGO



¿ME MANIPULA O ME NECESITA? 
¿A QUÉ DISTANCIA QUIERES ESTAR DE TU HIJO?

Pensar que tu hijo te quiere manipular te distancia de él. Desde esa distancia jamás vas a poder comprender que necesita y como ayudarlo. Creer que tu hijo te manipula provoca una respuesta desde el enojo y la bronca. O muchas veces la solución que se encuentra es ignorarlo. Creer que los niños manipulan genera una lucha de poder donde cada uno puja por ganar de manera individual. De esta forma el niño queda solo frente al conflicto y la distancia es muy grande.

Pensar que nuestro hijo NOS NECESITA nos acerca a él. Comprender que esta aprendiendo a expresar lo que le pasa y que no tiene, o aún es rudimentaria, la herramienta de la palabra para transmitirlo nos permite intentar interpretar lo que le sucede y querer ayudarlo. De esta forma no hay dos bandos, sino qué quién gana o pierde están del mismo lado. Mama o papa y su hijo están cerca, de la misma vereda para poder enfrentar los conflictos juntos y aprender de la experiencia. Esa cercanía trae escucha y empatía y la respuesta va a ser de respeto, contención y amor.


Lic. Mariela Cacciola

martes, 13 de agosto de 2013

Un bebé muy CREMOSO: Cuando el bebe nace grasoso.


Muchos padres (y madres) se sorprenden en el momento del parto al ver a su bebé recubierto de una sustancia cremosa de color blancuzco-grisácea llamada vérnix caseosa.

Vérnix quiere decir “barniz” en latín, mientras que caseosa proviene de la palabra “caseus” que en latín significa “queso”. Está compuesto de un 80% de agua, un 10% de grasa y otro 10% de proteínas.

Comienza a segregarse alrededor de la semana 20 de gestación para proteger la delicada piel del bebé de los efectos irritantes del líquido amniótico y de la deshidratación impidiendo que se agriete.

Contribuye a la formación de la piel del bebé manteniendola aislada de la humedad del líquido amniótico. Asimismo, se cree que tiene una función protectora contra las infecciones dentro del útero y que es generada por las glándulas sebáceas para facilitar el deslizamiento del bebé a través del canal de parto.

Está formada por una mezcla de secreciones sebáceas, lanugo y células de la piel descamadas del bebé. Su consistencia es similar a la del queso, suele acumularse en la espalda, en los pliegues de flexión y en el cuero cabelludo.
Aunque es una de las características físicas que presenta el recién nacido, no todos los bebés nacen cubiertos de esta sustancia blanquecina. Su producción disminuye a partir de la semana 36 y desaparece casi totalmente a la semana 41.

by: Casa Compasiva A.C

miércoles, 3 de abril de 2013

Oxitocina, Vínculo y Lactancia Materna



“Consideramos esencial para la salud mental que el bebé y el niño pequeño experimente una relación cálida, íntima y continuada con la madre (o sustituto materno permanente), en la que ambos hallen satisfacción y goce”
 Bowlby. 

 Así comenzó Ibone Olza su ponencia en el VII Congreso Español de Lactancia materna resumiendo la teoría del apego expuesta por Bowlby y desarrollada por Mary Ainsworth, que definió el vínculo como lazo que se establece entre RN y madre y que cumple la función biológica de promover la protección, supervivencia y, en última instancia, replicación. A nivel hormonal, en el apego intervienen oxitocina, vasopresina y neurohormonas como el cortisol o las catecolaminas. Además, las alteraciones en el inicio del apego, desde la relación y el contacto con el medio externo, generan alternaciones neuroanatómicas que predisponen a patologías mentales durante toda la vida.

Lo que sabemos hoy en día, explicó Olza, es que la oxitocina además de contracciones o eyección tienen efectos beneficiosos en el sistema nervioso central. Por ejemplo, induce en la madre serenidad, bienestar, amor y confianza, favorece el interés por crear vínculos. Pero, además, el lactante que recibe oxitocina a través de la leche materna también se beneficia de estos efectos y está más predispuesto a la interacción social. El efecto no es solo en el momento del parto o el puerperio, sino que la oxitocina influye en todas las conductas sociales y reproductivas de nuestra especie.

Primeros momentos de la vida
En el puerperio inmediato la madre tiene los niveles de oxitocina muy altos, pero también estrógenos, endorfinas y otras hormonas. La actividad de los receptores de oxitocina también está elevada. En el recién nacido se registran los niveles altos de oxitocina y catecolaminas (estrés beneficioso del parto). Todo ello configura un periodo muy sensitivo, un escenario neuroendocrino con una habilidad única para crear recuerdos. Por eso, el encuentro entre la madre y el bebé debe ser y es una experiencia amorosa, placentera y tiene que quedar grabada en ambos. Además, este periodo sensible es la base de la sincronía puerperal, en la que las funciones de la madre regulan funciones del lactante y viceversa.

Durante este periodo de sincronía, distintas conductas del bebé activan distintas zonas cerebrales en la madre y en el padre, relacionadas con la actividad de hormonas específicas y orientadas a crear respuestas concretas. Por ejemplo, la succión del bebé disminuye la ansiedad y fomenta la relajación de la madre. La sonrisa del bebé, asociada también con un aumento  de la dopamina y los opioides en el cerebro de la madre. Otro efecto curioso es que los niveles de oxitocina se igualan en las parejas, en la madre y en el padre.

Ibone Olza mostró diapositivas en las que se veía como la activación diferente de las zonas del cerebro entre las madres que amamantan y las que no ante el llanto del bebé. Esto es importante porque a las madres que amamantan les resulta más fácil y placentero cuidar a sus bebés. De este modo, la psicóloga afirmó que la lactancia materna es la herramienta fisiológica del vínculo seguro con la que nos ha dotado la naturaleza

Oxitocina intraparto“Cuando empecé a investigar sobre la oxitocina se me pusieron los pelos de punta al encontrar los estudios sobre los efectos de la oxitocina en los mamíferos”, destacó Olza durante su exposición. “Parece evidente que alteraciones tempranas en la oxitocina pueden producir cambios de por vida en la respuesta a estímulos sociales o físicos”, subrayó, mencionando estudios que demuestran cómo puede llegar a alterar también la lactancia en pequeños mamíferos.

Leyendo esta documentación, Olza manejó las siguientes hipótesis sobre el uso del Pitocin ó syntocinon (oxitocina sintética) en el parto: 
-    Altera  la lactancia
-    Pero también la conducta infantil y materna

Por eso, en colaboración con otros colegas, diseñaron un estudio piloto en el que filmaban a un recién nacido en posición de crianza biológica (piel con piel sobre el regazo de la madre) durante 15 minutos, cuando había pasado al menos 1 hora desde la última toma al pecho. La única indicación que daban a las madres es que no pusieran al pecho al bebé y no le metieran el pecho en la boca. 

Resultados Estas grabaciones eran analizadas después por distintos observadores que desconocían el tipo de parto y la aplicación o no de Pitocin durante el mismo. Y encontraron un efecto dosis-dependiente; es decir, cuanto más pitocin intraparto, menores reflejos y mayores dificultades en reflejos neonatales primitivos relacionados con la lactancia materna. 

A los tres meses se contactaba de nuevo con las madres y se corroboró este efeto dosis-dependiente, ya que a más cantidad de pitocin mayor el riesgo de no estar amamantando a los tres meses. 

Estos resultados estaban en consonancia con los un estudio similar realizado en Chicago, confirmando la hipótesis de que el pitocin intraparto puede estar llegando al cerebro del recién nacido e influyendo en inicio y duración de la lactancia. 

Para finalizar su exposición, Olza recordó que un biberón se debería dar con la misma implicación, cariño y contacto que el pecho y pidió que lo único que pierda un bebé que toma sucedáneo sea la leche materna, “pero no toda la estimulación neuroafectiva que conlleva la lactancia”


Ponencia de Ibone Olza en el VII Congreso Español de Lactancia Materna

lunes, 1 de abril de 2013

¿Por qué NO programar una cesárea?



Cada decisión debe ser basada en un equilibrio entre riesgos y beneficios. Cuando se programa una cesárea no suelen tenerse en cuenta las ventajas de esperar las contracciones, incluso aunque se termine haciendo cesárea. Tiene muchas ventajas esperar el inicio de un trabajo de parto:
  • Las contracciones adelgazan el segmento inferior (donde se hace la incisión) y, en consecuencia, la recuperación es más rápida.
  • El trabajo de parto libera hormonas que impregnan al bebé y le preparan para su vida fuera del útero.
  • Las contracciones disminuyen la posibilidad de que el bebé tenga los problemas respiratorios que padecen muchos bebés nacidos por cesárea (no solamente tras el nacimiento, sino toda su infancia).
  • Las mujeres que experimentan trabajo de parto tienen una incidencia menor de depresión post parto.
  • Las contracciones estimulan otra hormona (oxitocina) conocida como "la hormona del amor", que prepara a la madre para establecer un intenso vínculo amoroso con su bebé y hará todo por su bienestar.
  • Las endorfinas relajan a la mamá y le ayudan a hacer frente a todo lo que queda en las horas posparto y en lo sucesivo. No puedes aprovecharlas si no pagas "el precio" de gastar energía en el trabajo de parto, porque las endorfinas son un resultado del gasto físico -someterse cirugía mayor es un gasto físico (¡por supuesto!) pero es pasivo- y las endorfinas vienen como premio por el gasto activo.
  • Esperando las contracciones te aseguras de que tu bebé está realmente listo para nacer (puedes evitar la posibilidad de un bebé prematuro o simplemente un bebé que necesitaba un poco mas tiempo).
  • Tú vas a ser una participante en el nacimiento, en vez de una espectadora.
  • No te privarás de tu derecho a afrontar lo desconocido, la anticipación, la magia, y también la incertidumbre (en fin, el cóctel sabroso llamado "vida") asociado con el nacimiento.
A mi modo de ver, la palabra "programada" tiene un sentido robótico y carente de sentimiento. Me parece la antítesis de la emoción y la excitación que merece la llegada de un nuevo ser. Con veinte años de experiencia puedo asegurar que tales emociones son claves en el desarrollo personal. No hay comida gratis. Puedes avanzar en "tu" desarrollo personal repasando tus errores del embarazo y parto… o arrepentida de tus elecciones.
Mas vale prevenir que lamentar. Las consecuencias de las decisiones las vivirás tú, no tu médico.

¿Cuáles son los BENEFICIOS y RIESGOS del parto/cesárea?      

Nadie esta discutiendo que una cesárea realmente justificada sea el problema. Cuando existe un problema real puede ser la solución y la salvación de dos vidas también. La tarea es comparar las ventajas con las desventajas, los beneficios con los riesgos.
Ventajas del Parto (independientemente de si resulta en parto vaginal o no):
Para la madre:
  • Mejor presión arterial.
  • Mejora el aporte de oxigeno a la placenta y al bebé.
  • Mantiene estables los niveles de azúcar en la sangre.
  • Facilita la integración de la madre consigo misma.
  • El trabajo de parto va adelgazando el segmento inferior del útero, para que si hay necesidad de una cesárea el corte sea menos arriesgado (el músculo es menos grueso) y la recuperación sea más rápida.
Para el bebé:
  • Arroja todo el líquido del pulmón.
  • Mejora la oxigenación general y cerebral.
  • El bebé está más alerta.
  • El apego favorece la producción de leche.
  • El bebé permanece en la habitación con sus padres inmediatamente.
Riesgos de la Cesárea Programada
Para la madre:
  • Los riesgos inherentes a una cirugía mayor.
  • Resultados adversos comúnmente encontrados: fiebre, infección de herida, infección de orina y excesiva perdida de sangre.
  • Mayor incidencia de mortalidad: 4 a 1 en relación al parto.
  • La posibilidad de una lesión en los órganos próximos, como vejiga o intestino.
  • Alteración en la posición de la placenta en un futuro parto.
  • Factor de riesgo mayor para placenta previa en embarazos subsiguientes.
  • Factor de riesgo mayor para embarazos ectópicos.
  • Dificulta la lactancia materna.
  • Tasas de fertilidad más bajas después de la cesárea que después del parto vaginal.
Para el bebé:
  • Mayor incidencia de insuficiencia respiratoria.
  • No cuenta con estimulación en sus pulmones.
  • Equivocación de “fechas” --- bebés que nacen prematuramente.
  • Los bebés de peso normal que nacieron por cesárea tuvieron 2 veces más probabilidad de morir en el periodo neonatal.
  • Morbilidad respiratoria en los recién nacidos:
                                     0,6% partos vaginales.
                                     5,6% cesáreas realizadas durante el parto.
                                     12,4% cesáreas realizadas antes del parto.
Cada mamá debe repasar la lista a pesar de su “temor”. No son opiniones, son factores basados en la evidencia. Tú puedes cerrar los ojos frente a la lista, pero tu cuerpo y tu bebe están expuestos a estos factores de todos modos.
Una cesárea solo debe realizarse cuando los beneficios SUPERAN a los riesgos.
La única justificación de una cesárea tendrá que ser una clara evidencia de que la práctica hará más beneficio que daño.
De hecho, cualquier interferencia con el proceso natural del embarazo y el parto tendrá que demostrar que hará mas beneficio que daño.
Joni Nichols, comadrona.

lunes, 5 de noviembre de 2012

Fabricando amor



Cuando los padres estén informados de que su hijo se educa al mismo tiempo que se forma, tendrán mayores posibilidades de evitar que reciba ciertas violencias y podrán darle las mejores condiciones para su desarrollo más óptimo, según su propia dinámica y su proceso natural.
El bebé en el útero vive y convive intensamente con su madre 24 horas al día durante más de 9 meses. Él no tiene la posibilidad de hacer una selección entre lo que le beneficia y lo que le resulta nocivo. Es la futura madre la que debe hacer esa elección, con la complicidad del padre y de los profesionales que la acompañan.
Todo ello invita a los futuros padres y sobre todo a la futura madre, primera y principal educadora de su hijo/a, a transmitirle lo mejor de sí misma y a utilizar el poder de su imaginación creadora para sembrar en su bebé la alegría, la tolerancia, la paz, el amor, el entusiasmo, el respeto... es decir, sensibilizarlo a los más bellos valores del ser humano. Y esos valores, penetrarán tan profundamente en el subconsciente de su hijo, que le influirán a lo largo de su vida. Si antes  de nacer le expresas tu amor incondicional, se sentirá seguro y contento de venir al mundo. Por eso, dile cuánto lo quieres.
Tu niño te necesita para crecer y desarrollarse, pero también depende de ti para construir su “yo” emocional.
Para ser madre, en el profundo sentido de la palabra, no tienes que esperar a que nazca tu bebé. La maternidad no consiste en tener “físicamente” un hijo, sino en amarlo con entrega, sin condiciones. Por eso, se puede decir que empiezas a ser madre cuando decides tener un bebé, porque le has deseado y amado incluso antes de que fuera una realidad. 

miércoles, 31 de octubre de 2012

Bienvenidos a Nuestra Familia!


“CRECIENDO JUNTOS” es un centro de formación y orientación para la mujer embarazada, donde brindamos todo el apoyo e información referente a esta nueva etapa de vida y los cambios que ocurren durante el periodo de gestación, tanto en el aspecto físico como emocional, autoestima, miedos, sexualidad, conductas.
 Trabajamos la parte psicológica y física, a través de terapias, charlas, yoga prenatal, gimnasia prenatal y esferidonamia; también enseñamos a establecer nuevos vínculos con el bebé por medio de la estimulación intrauterina, fortaleciendo la comunicación con tu hijo, aun antes de nacer. Preparamos para el parto y el nacimiento con técnicas Psicoprofilácticas, que ayudaran a disminuir, controlar y manejar las contracciones en el trabajo de parto.
Se ofrece la orientación de lo que necesitas saber ante la posibilidad incluso de una cesárea, considerando la cesárea humanizada, procurando una bienvenida lo menos traumática posible para el bebé.Le preparamos para la lactancia materna, los primeros cuidados al recién nacido y abordamos la etapa de post-parto y la importancia de el padre, en su nuevo rol (si no tiene pareja, también te brindamos orientación al respecto).
Además desarrollamos muchos temas más, que sabemos son de sumo interés, en este periodo; con asesoría de profesionales altamente calificados: gineco-obstetras, psicólogos, fisioterapeutas, pediatras, nutrólogos, consejeras de lactancia, personal de salud, educadores prenatal y doulas.
También dictamos talleres y conferencias de lactancia materna, yoga para embarazadas, danza árabe para embarazadas y orientación para cuando el bebé ya haya nacido, talleres de estimulación, ablactación (alimentación complementaria), emergencias pediátricas, y escuela para padres.
Somos familias formando familias……!!
Estamos ubicados en el municipio San Diego, de la Ciudad de Valencia,  Edo Carabobo. Venezuela
Madeley Padrón
Directora